Los profesionales de enfermería enfrentan múltiples desafíos que afectan al bienestar laboral de estos profesionales y originan, en última instancia, cuellos de botella en determinados procesos clínicos. Algunos de estos problemas son, por ejemplo, la sobrecarga de trabajo, acrecentado por las exigencias de documentación asociadas a la historia clínica, y la falta de personal. Además, los profesionales de enfermería son responsables de muchos procesos con un elevado coste en el hospital.
Los enfermeros son responsables de ingresar una gran cantidad de información en la historia clínica electrónica (HCE) y deben generar informes detallados para cada paciente hospitalizado en cada uno de los turnos. Además de sus tareas clínicas, deben documentar meticulosamente el estado de cada paciente, lo que implica un esfuerzo considerable y muchas veces se realiza fuera de su horario laboral debido a la falta de tiempo durante el turno. Esta situación no solo aumenta el riesgo de errores, sino que también contribuye al agotamiento y la desmotivación del personal de enfermería y a otros procesos como la liberación temprana de camas.
Por ejemplo, al recibir a un nuevo paciente, en muchos casos los enfermeros deben registrar antecedentes médicos, medicamentos actuales, y alergias. Este proceso puede llevar más de 20 minutos por paciente. Además, durante el turno, se debe actualizar la historia clínica con signos vitales, cambios en el estado del paciente y administración de medicamentos, lo que puede significar múltiples entradas de datos por turno. Por último, al final de cada turno, los enfermeros deben elaborar un informe detallado sobre el estado de cada paciente para informar al equipo del próximo turno. Este informe es crucial para la continuidad de la atención, pero puede tomar hasta una hora para completarse adecuadamente.
En los servicios de urgencias, el rápido acceso a la información proporcionada por los profesionales de enfermería es crucial. Por otro lado, en unidades de cuidados intensivos los pacientes requieren de monitoreo constante y actualizaciones frecuentes de la información. El ámbito de las consultas externas también puede verse afectado, ya que el flujo de pacientes depende de una documentación rápida y precisa. Estos son sólo algunos ejemplos de cómo afecta la problemática del servicio de enfermería al funcionamiento global de un hospital.
Los últimos avances tecnológicos, como la inteligencia artificial generativa y el reconocimiento de voz, pueden ser clave para ayudar a los enfermeros en sus tareas administrativas, reducir estos cuellos de botella y mejorar la operativa de cualquier institución sanitaria.
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