La aplicación de la realidad virtual al mundo de la medicina ya es un hecho. Las posibilidades de las gafas de “realidad virtual” son grandes. Se trata de experiencias de inmersión y tres dimensiones. La experiencia virtual puede trasladar a quien utiliza estas gafas a una tarde de surf, caminar sobre la superficie de Marte, o estar de vacaciones en un sitio soñado. Todo ello sin movernos del salón de nuestra casa.
En fechas pasadas ha tenido lugar una conferencia de Medicina exponencial en la ciudad de San Diego (California), donde se trató a fondo el tema de la realidad virtual el mundo de la medicina. Uno de los fundadores de Rock Haealth, conocida empresa cuyo ámbito de actuación es la salud digital, ha afirmado que el desarrollo de la realidad virtual en la medicina se encuentra, principalmente, en la educación, en las escuelas de medicina.
Los estudiantes de medicina podrán complementar sus estudios con prácticas digitales en un entorno interactivo con altas dosis de realismo. Como ejemplo, una Universidad de California ha desarrollado un laboratorio de realidad virtual, con el fin de que sus estudiantes puedan efectuar un recorrido por la anatomía humana de manera virtual.
Otra de las ventajas que estas técnicas tienen es la de los propios pacientes puedan visualizar las cirugías que se les efectúen. También se están empezando a realizar los llamados “juegos de salud”, es decir, programas digitales donde el sistema va bonificando o penalizando al paciente en función de que dicho paciente cumpla o no con las directrices médicas. Estos programas se vienen desarrollando en dos o tres dimensiones.
Estos “juegos de salud” se basan en tres ámbitos:
1. La actividad senso-motora. El sujeto tiene la percepción de interactuar con los objetos digitales que se le van presentando, con lo que va desarrollando su creatividad.
2. Neuromotricidad. Se trata, en este caso, de fomentar aptitudes corporales, como es el equilibrio, coordinación, elasticidad, potencia muscular, etc.
3. Inconsciencia. Se trata de indagar en la experiencia de recuerdos del paciente, sus vivencias afectivas, emotivas, etc. En este ámbito los “juegos de salud” están teniendo un importante avance para el tratamiento de fobias y otro tipo de conductas que deben reconducirse.
