Desde la implementación de la Historia Clínica Electrónica (HCE) la cantidad de documentación que debe cumplimentar un médico ha ido aumentando. Los médicos, que ya están sometidos a una gran presión asistencial, se ven obligados a dedicar una cantidad significativa de tiempo a tareas administrativas, como completar formularios, registrar datos del paciente y cumplir con requisitos regulatorios. Esta carga administrativa provoca que los médicos ocupen más tiempo completando la historia clínica que atendiendo y conectando con el paciente.
De hecho, según algunos estudios, se dice que actualmente el 76% de los médicos ocupan la mitad de su jornada laboral cumplimentando la documentación del paciente y que la carga administrativa, derivada de la creciente presión asistencial, ya se ha convertido en una de las principales causas del conocido como “síndrome del burnout”.
La transición de las historias clínicas en papel a las historias clínicas electrónicas ha supuesto un avance tecnológico significativo, pero también ha intensificado la carga administrativa de los médicos. Si bien la digitalización de los registros médicos ha mejorado la accesibilidad y la eficiencia, también ha llevado a la necesidad de registrar cada vez más datos en los sistemas electrónicos. Los médicos se encuentran redactando largos informes, introduciendo datos repetitivos y navegando por múltiples pantallas, todo ello mientras intentan mantenerse al día con la demanda de atención médica.
Esta abrumadora carga administrativa no solo agota a los médicos, sino que también puede tener un impacto negativo en la atención al paciente. El tiempo que los médicos dedican a tareas administrativas es tiempo que se resta al tiempo que pueden pasar con cada paciente. La relación médico-paciente, que es fundamental para una atención de calidad, puede verse afectada cuando los médicos están presionados por la carga administrativa y se ven obligados a acelerar las consultas.
Afortunadamente, en el horizonte se vislumbran soluciones tecnológicas que podrían ayudar a aliviar la carga administrativa de los médicos. Entre ellas, las soluciones de reconocimiento de voz para el dictado de informes médicos aparecen como una opción prometedora. Esta tecnología permite a los médicos dictar sus notas clínicas, en lugar de escribirlas manualmente, lo que podría agilizar significativamente el proceso de documentación.
